SoyYo y Colombia Fintech analizaron los riesgos cibernéticos, legales y de lavado de activos a los que están expuestas las startups del sector financiero que utilizan las nuevas tecnologías para innovar y vincular nuevos usuarios.
Tan solo en junio y agosto del 2020 se emitieron sanciones que sumaron 515 millones de pesos por infracciones en el incumplimiento del Sistema de Administración de Riesgos de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (SARLAFT).
En un mercado con proyecciones significativas de inclusión financiera y bancarización a través de canales electrónicos, aparecen amenazas que ponen en juego la estabilidad jurídica y monetaria de los bancos, y, sobre todo, en organizaciones de menor tamaño y más inclinadas por los productos digitales como las Fintech. El lavado de activos o llegada de dinero proveniente de actividades ilícitas es una amenaza recurrente en el panorama nacional, y ahora, con modelos digitales que permiten un acceso sencillo y rápido a productos financieros, resulta mucho más desafiante autenticar la información personal del usuario y la procedencia de su dinero.
No contar con herramientas de seguridad y factores de autenticación lo suficientemente robustos, conllevó a que tan solo entre junio y agosto del año pasado la Superintendencia Financiera de Colombia emitiera sanciones por 515 millones de pesos a entidades del sector financiero que fallaron en la aplicación del Sistema de Administración de Riesgos de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (SARLAFT).
Los principales riesgos en materia de lavado de activos a los que pueden estar expuestos las startups de servicios financieros como las Fintech y otras organizaciones que prestan servicios de billeteras electrónicas son:
Riesgo de producto:
Las entidades deben valorar qué tan propenso es que uno de sus productos se convierta en un vehículo de uso para lavar dinero. Evaluar si, por ejemplo, un crédito de fácil y rápido acceso puede ser una oportunidad para cometer este tipo de crímenes.
Riesgo de suplantación:
Con la premisa de brindar acceso a servicios financieros sin mayor fricción, el proceso de validación y conocimiento de la identidad digital del cliente puede verse afectado. Por esto, es necesario para las entidades valerse de un ecosistema con múltiples factores de autenticación que les permita verificar y mejorar su seguridad digital para evitar el riesgo de suplantación de identidad.
“Una de las sanciones más comunes que castiga la Superintendencia es la deficiencia en los procedimientos de conocimiento del cliente. Con esto en mente, de la mano de Colombia Fintech recalcamos la importancia de adoptar servicios de identidad digital robustos, seguros y eficientes, que les permitan a las organizaciones del sector financiero, autenticar la identidad de sus clientes de una manera sencilla y segura apalancada en factores de autenticación biométricos y diferentes entidades que ejerzan como validadores de información, consolidando un ecosistema confiable a la hora de vincular nuevos clientes a través de canales en línea”. – Afirma Santiago Aldana, CEO de SoyYo.
En soluciones como SoyYo, además de contar con un mecanismo digital para registro e identificación del usuario, la validación o autenticación es continua, en cada transacción se verifica que la persona es quién dice ser, así, a mayor trazabilidad del usuario, mayor confianza. Con servicios digitales de esta clase, el conocimiento del ciudadano es lo suficientemente profundo para permitirle el fácil acceso a trámites financieros minimizando fraudes, suplantación de identidad o ilícitos como lavado de activos.
“La implementación de un sistema de verificación y autenticación de clientes es un proceso que puede ser engorroso y costoso para una compañía. Un usuario que cuente con su identidad digital previamente creada en la aplicación de SoyYo, puede fácilmente ingresar a la plataforma del banco, autenticarse a través de una selfie y proporcionar toda la información necesaria para solicitar un producto financiero, incluyendo los datos que normalmente solicita un formato SARLAFT, firmados electrónicamente”, explica Santiago Aldana.
La tecnología es una herramienta que abre la posibilidad de llegar a más usuarios, ofrecer nuevos productos y hacer eficiente la operación de cualquier organización del sector. Sin embargo, las acciones orientadas a la transformación digital de la industria deben apuntar a un ejercicio seguro, confiable y libre de riesgos de suplantación y lavado de activos.